miércoles, 5 de septiembre de 2012

Algo más sobre ego y esencia


Se me ha venido a la mente algo más sobre ego y esencia. Algunos conceptos, tal vez, los haya puesto en el 4º capítulo de Conocete a vos mismo.

¿Cuántas veces una persona cree que “es” tal cosa, cuando en realidad no? Voy a ser más específico: a veces, uno se cree que, naturalmente, es muy troglodita, por tener arranques medio bestiales, como decir que cag... a trompadas a otro por tal motivo. Y si ve, por ejemplo en la tele, a alguien que tiene similares actitudes, dirá: “Este es como yo”. Pero, ¿realmente una persona puede ser tan agresiva? Yo creo que no.

Entremos en un tema que nos explicará mejor todo esto, y voy a ser directo: la humanidad está como dormida (deformada o “enferma” también le calzan como adjetivos, pero mejor dejemos “dormida”), pero soñando una pesadilla, ni siquiera un simple sueño. Es cierto que uno mira atrás y se da cuenta que antes la cosa estaba peor: grandísimas guerras sangrientas (más todavía...), tiranías y poca libertad de expresión y respeto al prójimo. Y eso que hay gente que está de acuerdo con esto que pasaba antes y pide que vuelva, como pueda ser: dictadura, servicio militar, castigar a los delincuentes a la vieja usanza, etc., pero la mayoría de las personas son más lúcidas que esto. Lo que ocurre, en realidad, es que en la actualidad la gente es más sensible; y por lo consiguiente...
No vamo´ a trabajá. No vamo´ a trabajá, no vamo´ a*... uy, perdón, me fui de tema. Decía que si la gente es más sensible, por lo consiguiente, sufre más las cosas que antes no le afectaban, o le afectaban menos.

Luego de esta explicación, podré ser más claro y retomar el tema inicial:
Cuando hablamos de ego (o personalidad) nos referimos a esas actitudes que tenemos en las que nos creemos que somos nosotros los más importantes. No es fácil distinguirlo: miles de justificaciones vamos a esgrimir en favor de una actitud egoica por parte nuestra. Si no tenemos sinceridad de tipo “despiadada” con nosotros mismos, difícilmente detectemos al ego. Pero este último, es lo que “no nos pertenece”, no vinimos al mundo con ego; este se va aprendiendo (y aprehendiendo) a medida que se tiene contacto con el mundo exterior. Una actitud de celos o envidia, una persona que se enoja con otra por tal motivo y no le va a pedir disculpas por “orgullo” (orgullo falso), una persona soberbia que se jacta de ser la mejor en algo, etc., son actitudes que uno va viendo desde chico y cree que “así son las cosas”, que así hay que actuar.
Como contrapartida, tenemos la ESENCIA: esto sería lo que “nos pertenece”, la experiencia álmica con la que venimos a encarnar. El ejemplo más práctico y conocido es el de los más chicos: su pureza y su espontaneidad al expresarse. Es cierto, su alto grado de inocencia, su ingenuidad, no estaría apta para moverse en este mundo lleno de santos y ángeles... por lo que les tendríamos que enseñar algunas cosas que no deben hacer, pero la idea de fondo es ver su pureza. Siempre dispuestos a hacer el bien, más allá de los caprichitos que puedan hacer a veces: tengamos en cuenta que los caprichos los aprenden, ni bien nacen, inclusive. Los babys se dan cuenta con quien pueden joder y con quien no, de acuerdo a la ATENCIÓN que les dan...

Para concluir, retomemos el ejemplo del principio: aquel que se identificaba con quien decía que iba a romper a trompadas a alguien, se perdió de vista, justamente, porque se identificó con la otra persona. Ahora, el objeto de atención es el otro, total, qué problema va a haber, si “es como yo”, nos dirá... Esto también es ego, porque nos han enseñado a tener ídolos, o sea, a fijarnos en otros. Distinto sería tener REFERENTES, que es otra cosa (uno entiende que el referente se puede equivocar, pero que sabe mucho de tal materia, más si da ejemplos prácticos, actuando consecuentemente). Si esta persona que “idolatra” a los violentos pudiera actuar desde su esencia, se daría cuenta de lo que vale verdaderamente, entonces no buscaría afuera lo que tiene adentro. Esto suele parecer filosofía, y lo es, en principio, pero motivadora. Motiva a buscar en uno mismo la razón de su existir, a no andar queriendo ser como tal persona, sino como uno mismo, con el estilo que a uno mejor le parezca. Porque no hay muchas cosas más lindas que la LIBERTAD. Pero la Libertad también requiere RESPONSABILIDAD, porque uno tiene que HACERSE CARGO de lo que quiere. Ya no más culpables afuera, claro, si es que uno mismo decidió ser LIBRE...





* Escuchar o ver la letra de la canción de Rodolfo Zapata, “No vamo´ a trabajar”, cuando habla del día martes.

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