martes, 25 de diciembre de 2012

El escrito sin filtros


Habitualmente, me suelo medir en los escritos que hago. O sea, edito y reedito partes para no ser tan bestial en algunas cosas que escribo. Pero no será tanto el caso en esta oportunidad. Por eso, advierto:

ESCRITO EN EL QUE ME EXPRESO DE MANERA BESTIAL

Me falta desarrollar más la TOLERANCIA, de eso estoy seguro. El tema es que, a pesar de eso, creo que es muy cierto que la gente en general es muy hija de puta, una verdadera mierda, poco solidaria, a lo sumo, hace las cosas por careta, o sea, solo sigue el libreto no escrito de las cosas que “se deben hacer” para quedar bien... en síntesis: títeres, muy pocos se salvan e intentan ser protagonistas. No me refiero a protagonistas para destacarse por sobre los demás (aunque, sin querer, lo terminan haciendo), sino a ser lo suficientemente valientes para poder querer cumplir sus deseos más anhelados.

- Olvidate, eso no lo vas a poder hacer porque...

- ¿Y por qué no voy a poder? ¿Solo porque vos sos tan cagón que no te animás a intentarlo? O tal vez sea otra cosa... Vos tuviste una mala experiencia en tu vida y creés que eso se aplica exactamente a todos los seres de la Tierra. Estás equivocado, es TU karma, no el mío, así que bancátelo. Prefiero no conseguir lo que estoy buscando pero habiéndolo intentado. Y como yo sé que el Universo es sabio, si algo no me conviene, no lo voy a obtener, o al menos, no por ahora.

Como verán, no es el típico diálogo con humor que suelo poner. Incluso, en la respuesta se ve la mezcla de un tipo que tiene una mentalidad abierta, pero que no aguantó más la bajonera mirada del mundo y lo mandó a cagar al otro... Y sí, no es lo recomendable, ya que suena contradictorio. Pero ya he dicho que hay que INTENTAR ser de tal forma. De ahí a lograrlo, hay una gran distancia.

Y teniendo en cuenta el párrafo anterior, solo me basta recordar situaciones de mi vida (esta vez, me pongo yo mismo de ejemplo):
¿Y a vos qué te importa si soy ovo lacto vegetariano? Yo no te digo nada si comés cadáver de animal y sos cómplice de la matanza innecesaria de los animales. ¿Ah, no lo sabías, no? Tal vez, como tantos otros, no sabías que el cuerpo humano no está REALMENTE diseñado para comer carne, aunque sí se puede hacer igualmente. Está bien, de todas maneras, yo tampoco debería hacerme problema por lo que decís, pero si nos vemos seguido, porque somos compañeros de trabajo... es entendible que me moleste más. ¿Tan pelotuda es la gente que no entiende que no les estoy diciendo que no coman más carne? Que sigan haciendo lo que se les cante el culo, los que acumulan grasas en sus arterias son ustedes...

Y con respecto a la solidaridad, son capaces de ayudar “para la cámara” (aunque no haya ninguna), ya que la ayuda real no la prestan. También me pasa, particularmente, que tengo muy arraigada en mí la igualdad; por lo que me molesta que se le preste ayuda innecesaria o no requerida a las mujeres. Porque, asimismo, esos caballerosos después opinan que son todas iguales y que esto y el otro...yo prefiero tratar a las mujeres VERDADERAMENTE como iguales. Y por parte de ellas, decir que quieren igualdad cuando les conviene, porque si no, tratan de sacar ventaja de la antigua posición de “complemento” (en lugar de iguales, como es ahora y como corresponde) del hombre y de frágiles y quieren tratos especiales.

Pero bueno, en el fondo, yo también tengo parte de todo lo que he criticado. No voy a desmenuzarlo, porque no terminaría más, pero como me han enseñado a observarme a mí mismo, he notado que lo tengo. Y que no es tan fácil evitar tener determinadas actitudes (cada ser humano tiene más flaquezas en una cosa que en otra), pero con intentarlo y tratar de no cometer los mismos errores, basta. Por cierto, así como dije lo que dije de la gente en general, lo real es que dentro de cada ser hay una bondad infinita. Pero si expresamos nuestra parte animal por sobre la estelar... Ahí nos metemos en problemas.

Ya bajando los decibeles (como habrán notado), les comento que hice este escrito que hace rato tenía ganas de publicar porque uno a veces no puede transmutar y reprime. Transmutar sería cambiar un pensamiento o sentimiento negativo por uno positivo, “dándose” argumentos lógicos uno mismo sobre por qué no es correcta tal actitud, como puede ser: sentir celos, tener falso orgullo, rabia, etc. Y en lugar de reprimir el sentimiento o pensamiento negativo, lo estaríamos cambiando por una actitud más acorde. Cuando no podemos transmutar y, en cambio, reprimimos, lo que nos ocurre es que creemos que ya no sentimos furia, venganza, tristeza, etc., pero en realidad SÍ que está eso dentro de nosotros. Luego, en algún momento, explotamos y lo largamos, pero todo junto.
Y es justamente por eso que hice este escrito: porque sentí la necesidad de largar esas cosas. Si seguía acumulando, iba a explotar. O a decirles palabras feas a personas que no lo merecían. Sabemos que no es lo mismo expresarse en un texto que a los gritos, sobre todo, cara a cara, así que me pareció la manera más light de depurar todo esto.

Saludos, que la próxima vuelvo con un texto más inspirado.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Sobre la aceptación de los demás y de uno mismo


Creo que este tema es muy importante. Porque sabemos que es muy común buscar la aceptación de los demás. Esto se da de muchas formas: buscando la aprobación del otro (ya sea con la mirada, los gestos o el sentir interno) para hacer o decir algo, querer que acepten nuestra opinión a todo costa (como la única e irrefutable), que hablen bien de nosotros tanto de frente como cuando no estamos presentes, etc. Pero, ¿qué otra cosa podríamos hacer? Si es eso lo que nos han enseñado. Está bien, es cierto, los padres a veces dicen que no nos tienen que importar las opiniones ajenas. Claro que, al minuto de decir eso, nos van a decir que no actuemos de tal manera para que la gente no nos mire extrañada... ¿EN QUÉ QUEDAMOS?

Una vez más, mi recomendación sería buscar el punto medio. En este caso, no dejarse llevar siempre por la opinión ajena. Claro está: tampoco cerrarse a escuchar a los demás, porque más de una vez van a ayudarnos a ver con claridad cosas de las que no nos daríamos cuenta solos.
Por otra parte, tampoco deberíamos caer en el error de no darle importancia a nada de lo que digan los demás, porque chocaríamos constantemente. Si nos ponemos en el lugar del otro, entenderemos qué molesto sería que alguien no quiera escucharnos y se cierre en sí mismo permanentemente.

Pasemos ahora a la aceptación más difícil: la de uno mismo. Y digo que es la más complicada porque muchas veces vamos a creer que ya nos aceptamos a nosotros mismos cuando, en realidad, no es así. Y esta es una gran equivocación: si uno se observara más seguido a sí mismo, tanto sus pensamientos como sus emociones, se daría cuenta de la baja autoestima que tiene (la autoestima es otro escrito que tengo rondando en la cabeza y que vendrá más adelante). Una vez más: la sociedad nos ha metido eso en la cabeza; como para no meter en el embrollo siempre a los padres. ¿Cuántas veces nos han dicho que no servimos para algo? Ejemplo:

- A vos no te va a dar bola.
- ¿Y por qué no?
- Porque no.
- “Porque no” no es una respuesta...
- Ok. No te van a dar bola JUSTO A VOS...

En esta simpática (o no tanto) dramatización, se da una clara charla cotidiana. Sin darse cuenta, una de las personas menosprecia a la otra, sin percatarse de que, tal vez, es ella misma la de baja autoestima y, por ende, está reflejando en la otra persona su poca fe en sí misma.

Entonces, resumiendo: intentar no darle demasiada consideración a lo que dicen los demás. Pero estemos atentos a lo que escuchamos, es decir, tomarlo con pinzas. Porque no sabemos cuando puede sernos útil tal consejo. Otra cosa: no creer que los amigos o familiares siempre tienen razón en lo que dicen. Muchas veces, por el afecto que sentimos por ellos, damos por sentado que algo que expresan es verdad, sin medir si lo que están diciendo es erróneo, tal vez, víctimas de emociones negativas con tal persona o situación.
Y recordemos no ir al choque, permanentemente, con las personas. Los demás, como nosotros, también necesitan ser escuchados, aunque apenas prestemos atención a lo que nos dicen. Aunque procuremos, por lo menos, que parezca que escuchamos...

viernes, 14 de diciembre de 2012

El machismo reinante


Aún en estos tiempos... todavía existe, sí, sí, en el siglo XXI. Esa actitud que pone al hombre por sobre la mujer, como si fuera verdad que es superior, pero esto viene de antaño. Claro, cuando se creía que el físico lo era todo. Y como el hombre tiene más fuerza y destreza física, entonces dominaba. Domina, quiero decir, aunque lo bueno es que esto está cambiando. Lo malo es que en donde no domina el hombre, lo hace la mujer. ¿Y dónde está lo malo? En que deberían haber muchos más ámbitos en donde la cosa no sea femenino o masculino sino femenino “y” masculino.

El tema de la mentalidad machista no es solo de los hombres (de mayor edad, generalmente), ya que las mujeres también suelen criar a sus hijos e hijas con mentalidad machista (acá también tiene que ver la edad, aunque en ambos sexos influye más como fueron educados que la edad en sí). Y un tema ligado tiene que ver con la violencia. Lamentable-mente, en los últimos tiempos nos enteramos de muchos casos de violencia de género de maridos contra sus esposas. Esto, demás está decir, es totalmente repudiable. No solo por la violencia, sino también porque es obvio que si el hombre tiene más fuerza física, puede lastimar más gravemente a la mujer. Aunque si el caso es a la inversa, parece que es gracioso, por lo menos, así lo acepta la sociedad... ¿Es gracioso que un hombre reciba maltratos de una mujer? Planteado así, creo que es más que lógico que no... ¿Y las agresiones entre personas del mismo sexo? Están mal vistas las peleas entre mujeres, no tanto entre hombres. ¿Por qué?

- Es natural.
- ¿Es natural que 2 seres potencialmente razonables utilicen la violencia?
- Bueno, no quise decir natural, sino normal.
- ¿Normal? El mismo planteo de antes...
- ¿¿¿Bueno, y entonces QUÉ ES? (Parece que este troglodita se está enojando... mejor le damos la respuesta)...

Es HABITUAL verlo, aunque no necesariamente natural o normal. Porque la Naturaleza no favorece esto. Ni siquiera entre los animales, aunque uno pueda ver peleas. Estos no se pelearían porque alguien le dijo a otro tal cosa (cuestión de ego, típico de humano) sino por otras tonterías menores, pero no son seres pensantes. Uno que es humano, debería aprovechar y discernir. Y para que quede definitivamente en claro: no debería justificarse tal o cual agresión de un sexo hacia otro o hacia el mismo, porque LA VIOLENCIA SIEMPRE LO ES...

Volviendo un poco más al tema central, no se suele aceptar que mujeres estén en lugares que, habitualmente, eran exclusivos de hombres. A saber: periodismo deportivo, presidentes de empresas o de la Nación, al frente de determinados grupos, etc. Toda esta mentalidad ya está OXIDADA y no por falta de uso, que le sobra, sino por vieja y descartable.

Mensaje dirigido a los hombres: Piensen en “sus” mujeres (no lo digo en forma posesiva, la idea es que recuerden a esposas, familiares, amigas, compañeras de trabajo, mujeres en su entorno). Ahora, traten de recordar el afecto, en mayor o menor medida, que sienten por ellas. ¿Les parece justa la mentalidad machista? Mientras piensan...
Mensaje dirigido a las mujeres: Piensen en todas las mujeres, incluidas ustedes: ¿Les parece justa la mentalidad machista? ¿Y la “hembrista”? (Término inventado por mí para denominar a quienes creen que la mujer es superior... eso no es feminismo, que en realidad surgió como búsqueda de igualdad entre sexos).
Mientras los muchachos enganchan la frecuencia de lo que les pedí que razonen, en vez de perderse en pensamientos de los partidos que se vienen o de la cola y las tetas de sus compañeras de trabajo y las chicas intentan pensar mientras recuerdan que linda remerita había en ese local y qué bueno sería tener 10 pares de zapatos más, continúo:
Más allá de la broma expresada recién sobre las cosas en las que piensa cada sexo, está bueno destacar que, para un futuro mejor, entre tantas cosas que se deben mejorar habría que conseguir que se comprenda la vital importancia de la unión entre las mujeres y los hombres.

Es cierto que las diferencias, sean físicas, intelectuales o emocionales, por algo están. Estas reflejan que ambos sexos son complementarios, y aquí no me refiero a gustos sexuales. Me refiero a que, para un éxito garantizado, hay que usar la unión de estos 2 “polos”. Porque mucha energía del mismo sexo junta, genera mucha testosterona o muchas críticas, dependiendo del caso de cada sexo... La unión, puede generar una linda sociedad si cada uno aporta lo mejor de sí; o sea, en vez de separados, complementarios.

lunes, 10 de diciembre de 2012

El tiempo y su velocidad... real...


Hace unos días volví a escuchar la expresión de que los años se pasan rápido. “Okey”, no voy a negar que nos puede dar esa impresión a todos; o al menos a la mayoría. Pero si nosotros volvemos al recuerdo de lo pasado y podemos VIVENCIAR lo acontecido (porque seguramente andábamos “dormidos” y, en su momento, no lo hicimos) probablemente notemos que el tiempo no pasó tan rápido. ¿O sí? A lo mejor, de todos modos, el tiempo parece haber pasado rápidamente. ¿Y por qué se da esto? Sencillo, se los voy a decir y gratis, de generoso que soy. Bueno, no tan free, tal vez haya que pagar, porque la conexión a Internet no es gratuita...

En fin, la cuestión es que el tiempo nos parece que pasa volando porque... ¡¡¡Nuestra mente es la que vuela!!! Ajap, a mil por hora, o más todavía. Incluso en los días de vacaciones uno suele estar con mil pensamientos, pero de otras cosas, no de las habituales. Es una lástima, porque si no nos desenganchamos ni siquiera en las vacaciones, la mente sigue sin tener un descanso real. Así que si no somos capaces de calmar a la loca-“mente”, difícilmente (difícil, pero solo para la mente...) podamos vivenciar alguna situación de manera real. Aunque tampoco irse al extremo: Por ejemplo, si en el trabajo nos piden tal cosa importante lo más rápido posible y no la hacemos con cierta velocidad, sentido común mediante, ya seríamos unos bobos... entonces, la idea sería que tomemos las cosas con más calma y en un punto medio. Fácil, ¿no?

Yo puedo decir que soy calmo, todo un pancho :-) y es por eso que, por ejemplo, me tomo mi tiempo al bañarme. Porque disfruto el baño. No puedo decir lo mismo sobre comer, cosa que recién estaba haciendo mientras escribía y eso que nadie me apuraba, en lugar de disfrutar de la comida y luego escribir. El apurado soy yo que quiero ir al gimnasio, pero la prioridad es escribir esto que tengo en la mente, porque si no después me olvido gran parte de ello o no tengo la inspiración; ahora sí, porque es EL MOMENTO, ténganlo en cuenta los que gustan de escribir.
Pero volviendo a la cuestión, si no nos detenemos a disfrutar más de las cosas, los años van a pasar LITERALMENTE volando. Aprovechemos para disfrutar de todos los momentos que podamos. Cualquiera, ¿eh? Yo recién venía caminando, todo emponchado y cargado hasta las tarlipes y, sin embargo, se me ocurrió disfrutar del trayecto desde la verdulería hasta casa, unas 2 cuadras. ¿Muy simple? Sí, demasiado tal vez, pero es que justamente ese es el tema: no tiene que ser algo complicado o muy grosso para que disfrutemos, o puede que sí, pero si no ponemos manos a la obra, práctica, de nada nos va a servir leer esto. Porque la teoría puede ser muy linda para acumularla en el cerebro, pero si no ponemos manos a la obra, no nos terminará siendo útil.

Entonces, a recordarlo: desacelerarse y lograr disfrutar al máximo de cualquier momento; sobre todo, de los más lindos. Ahí cada cual tendrá su gusto, pero si se observaran a sí mismos, se darían cuenta que ni de los lindos momentos disfrutan realmente. Y eso por andar recordando algo que pasó (el recuerdo, pasado), mirar a una chica linda que pasa (presente, pero sin atención real al momento) o maquinarse con que un tsunami podría venir y arrasar todo a su paso (futuro, lo más tonto, porque nadie conoce lo que vendrá) no tiene utilidad. En cambio, tratar de mantenerse en el momento presente, con la mayor atención posible, es una de las claves para pasarla bien (para disfrutar en general me refería, ¿eh?).