jueves, 25 de octubre de 2012

Ser alguien...


Cuántas veces escuchamos esa mini frase. Generalmente, acompañada de: “Para ser alguien en la vida, tenés que estudiar”. O de otro modo, pero con igual significado: “Vos no sos nadie para decirle eso”...
Ahora, intentemos definir lo que significa ser alguien. Vamos, ayúdenme, ¿qué significa para uds.? Mmm, me parece que una vez más voy a tener que poner mi opinión, si no me ayudan...

Creo que cuando la gente habla de “ser alguien”, se refiere a los personajes interpretados en la vida; una vez más, caemos en las diferencias entre personalidad (o ego) y esencia. O sea, se habla de ser alguien... importante, o considerado importante. Una vez más, caemos en la trampa de que nos importe la opinión ajena, o sea, el “qué dirán”. Es cierto, hay que ser prácticos: por ejemplo, para ser tomado en un lugar para enseñar alguna disciplina, tanto mejor es tener un título avalado y que esté considerado de más prestigio que solo tener un título de un instituto menor o que se hayan hecho cursos cortos.

Vamos a hacer un pequeño alto (¿pequeño o alto? Cuak) y a intentar reflexionar acerca de si alguna vez menospreciamos a alguna persona por algo. ¿No? Ahhh, ya me parecía: “Qué sabe ese tipo, si solo está vendiendo panchos”. “No le vas a hacer caso al pendejo, es solo el cadete”... Solo son algunos ejemplos, no tienen por qué estar entre la experiencia de vida de todos.

Retomamos. Desde la otra perspectiva, están quienes se creen alguien. Estas personas, pueden cometer el error de pensar que valen más que los demás. A todos nos ha pasado, pero voy a hacer hincapié en las personas de mucho poder (aparentemente): los dueños de grandes negocios pueden llegar a ser muy arrogantes, tratando a sus empleados como basura. Pueden, no significa que lo hagan o que todos sean así. Entonces, estas personas que se creen más, en realidad, parecerían menos ya que, a pesar de “darle trabajo” a mucha gente, suelen: evadir impuestos, vender porquería (tabaco, comida en mal estado, etc.), tratar mal a la gente en general, etc. ¿Valen más, realmente? Parecen una verdadera plaga para la sociedad... ¿Entonces? Entonces, pasa que CADA PERSONA TIENE SU FUNCIÓN EN EL UNIVERSO. Hasta esas aparentes... porquerías humanas, tienen su función. Porque todo esta en armonía. Dios sabe lo que hace, ¿no?
Eso sí: lo bueno sería ir desarrollando el talento para no atraer vibratoriamente a esta gente. Claro, porque ser masoquista y tener que convivir o tener de jefe a estas personas... vamos, que tampoco hay que ser kamikaze...

En fin: cada uno/a debería saber lo que vale. Nos pasa a menudo que nos dejamos influenciar por lo que dicen los demás. Está bien, no podemos andar siempre poniéndonos tapones y no escuchar, porque también está bueno que alguien nos dé su opinión, que va a ser muy provechosa porque viene desde afuera. LA DIFERENCIA ESTÁ EN CÓMO LA TOMAMOS. Y con esto, queda todo redondito, ya que nos debería quedar en claro que somos responsables de nuestras acciones. Sí, afecta lo de afuera, pero el grado en que nos afecte depende de nosotros. ¿Qué, en el trabajo es más difícil? En la familia o con las personas que convivimos lo es más aún, pero vale la pena intentarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario