En la vida hay relaciones sanas y enfermas. También, sus
respectivos puntos medios, o sea, personas que actúan a veces de una manera y
en otra ocasión de otra. Esto pasa en todos los ámbitos. Y aprovechando el Día
del Amigo, voy a desarrollar un poquito el tema, según mi visión de este asunto
(en lo que a amistad se refiere, claro está):
Relación sana: No abunda en absoluto, tal vez todo lo contrario. Ni siquiera quienes se creen amigos/as de fierro tienen una amistad sana, sea por los 2, o por uno de los 2 que “ensucia” más la relación. ¿Cuántas veces se ven exigencias de parte de los mejores amigos, o amigos de hace mucho tiempo, con la excusa de la amistad? Hay que ser inteligentes en esto. NADIE “está en todas”, tampoco debería, cada uno tiene su vida, imagínese usted (formalidad, de repente) andar siendo títere de alguien. Claro, total, después uno utilizará al otro como marioneta también...
Entonces, amistad “sana”, por así llamarlo (vamos, que nadie es santo/a, dudo de que existiera alguno/a, pero en todo caso vale la buena intención) sería aquella en la que hay una comprensión hacia la otra persona. Es cierto, no siempre se puede cumplir con los demás. Pero tampoco es cuestión de no cumplir con frecuencia... ahí habría que tener sentido común. Sin llegar al extremo de hablar de “incondicional”, en una relación sana se entiende a la otra persona o, al menos, se hace el intento.
Relación enferma: Marqué algunas pautas en la anterior
definición (indicio de que la gente confunde los términos y de que las
relaciones sanas, definitivamente, no abundan). Ahora voy a resaltar, en
especial, la falta de empatía con la otra persona, ya que es la más común. Muchas
personas se olvidan que el otro tiene otras amistades o planes en su vida
privada. Para mí, no es coherente andar dejando todo para hacer lo que tu
amigo/a quiere (a veces sí, pero eso lo decide UNO MISMO, sin influencia
externa). ¿No se da cuenta tu estimado/a “friend” que está cometiendo el
soberbio acto de creerse más que vos? Claro, no es consciente de esto, pero así
es. “La libertad de uno termina donde empieza la del otro”. Clarito, ¿no?
Aunque los que cortan calles no entiendan esta frase... Bueno, yo iba a otra
cosa: me parece que no corresponde querer obligar a los demás a hacer lo que
uno quiere. Claro, en este caso, obligar es intentar chantajear emocionalmente.
Esto es de una persona dormida, claro, nadie medianamente lúcido lo haría (si alguien
cree que está bien ese chantaje emocional y se cree lúcido, tal vez no lo sea
tanto)... En todo caso, estar atento a estas situaciones y no dejarse “chantajear”:
quien lo hace o no vale la pena, o está “dormido”, o las 2 cosas, pero lo de
estar en el mundo zzz es lo más probable.
Bueno, hasta acá llego (por ahora)... Ahhh, no te gustó. Ta
bien, igual no te pedí tu opinión... Ahhh, te gustó. Ta bien, igual no te pedí
tu opinión (como pa que quede claro).
No, en serio, esto es solo mi pensar/sentir, que son cosas
distintas, pero que se pueden unir y es importante que vayan de la mano. Y si
quieren opinen, ¿eh? Era joda lo que puse de las opiniones, solo quería dejar
en claro que me quería expresar, independientemente, de lo que opinen.
Ta luego, babay.
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