lunes, 25 de septiembre de 2017

La perturbación sexual de la gente

Ya está, los atrapé... sí, porque puse la palabra sexual. Y hasta la persona más casta cae en esta “trampa”. Trampa porque la energía sexual (real y no morbosa) es SAGRADA y de altísimo poder. De ahí a que se nos muevan muchas otras energías a la hora de hablar de sexo o con solo leer o escuchar la palabra.

Aunque por todos lados esto sea así, especialmente en Argentina (y particularmente en Buenos Aires), hay una tendencia a asociar casi cualquier tema con las típicas bromas bobas referidas a algo sexual. Esto, parece ser más común en los trogloditas, o sea, la mayoría de los hombres...

Todo lo mencionado posiblemente tenga mucho que ver con prohibiciones y tabúes sobre la sexualidad. El modo de verlo en algunos lugares de Oriente es completamente diferente; tal vez, coincidente con una espiritualidad más elevada que también recibió hace mucho tiempo, aunque en esto último no voy a ahondar ni a explicar la relación que encuentro.

Y para meterme un poquito en quilombos (que parece que me gusta), vamos a ver algunas facetas del catolicismo: prohibiciones y amenazas de diferentes tipos, bastante alejadas del cristianismo primitivo. Y aún más atrás, en el Antiguo Testamento, tomando como Pecado Original algo relacionado a la sexualidad o a la desnudez. Más cerca veo yo al relato de la Torre de Babel, en donde una de las interpretaciones muestra a los hombres en una muestra de arrogancia queriendo construir una torre hasta el “cielo” que le dé fama. Voy a dejar hasta acá este tema, para no generar más lío.


Y 2 años y pico después, retomo, metiéndome con los musulmanes (pero sin bardear a Mahoma, que no soy kamikaze): ponen a un sexo por sobre el otro. De entrada, lo más arcaico que uno pueda ver. Sumado a que todas las leyes favorecen a los hombres. Un hombre puede cometer adulterio y no es ni un poquito escandaloso (incluso, tener varias esposas). Ahhhh, pero la comete la mujer y es una de las mayores tragedias…

Con todo esto quiero hacer notar la influencia de esta poderosa energía. Anteriormente, hablé de la “real” energía sexual, diferenciándola de la morbosa. ¿Cómo? ¿En tu pareja hay momentos íntimos de puro “amor” y sin morbo? Bueno, técnicamente con excitarte por el tamaño de una teta o del pene, ya es morbo. Claro, porque me refiero a esa energía que tanto se refieren como la fuerza de la vida. En India, hablan de los Chakras. Para lo que nos compete, estaríamos hablando del segundo Chakra (también conocido como sacro). En Reiki (en Japón), es el lugar llamado Hara, más precisamente el inferior. Allí es donde se acumula el Ki (energía). Y si nos damos una vueltita por China, por ejemplo en el Tai Chi, nos encontramos con algo similar (aunque puede que aquí se haya desarrollado primero ese concepto), ya que nos hablan del Chi, y esa zona es llamada Tantien (también inferior). Ahhhh, perdón: la zona a la que me refiero es interna, no tiene que ver con el físico. Pero si la queremos ubicar, está entre dos y cinco dedos por debajo del ombligo.

Bien, aquel que haya experimentado con energías mediante lo mencionado o por otras disciplinas, entiende de lo que hablo. Particularmente, la he sentido con más fuerza practicando Chi Kung (ejercicios de respiración que, en mi caso, los practico antes de empezar la secuencia de Tai Chi). Se percibe como calor en esa zona por debajo del ombligo; probablemente, en las manos también exista. Y un rendimiento físico un poco más alto. Inclusive, puede aparecer el deseo sexual más intenso.


Si nos empezamos a observar, vamos a notar varias cosas de las que hablamos. Así es: una vez más, el consejo es auto observación. Y Consciencia. Y Amor.

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