Las personas suelen perder demasiada energía en sus vidas.
Una de las formas de perderla es pre-ocupándose. ¿Cómo es esto? Claro, porque
si uno se imagina cosas que pueden ocurrir o que pueden volver a pasar está
generando una vibración negativa en su cuerpo. Y no hablo solo teóricamente,
porque afinando la atención se puede percibir una sensación de malestar al
preocuparse. Y prácticamente la mayoría de las formas de perder energía es así.
Tal vez, otra sería enojarse en un momento determinado con alguien por algo que
nos dijo. Aunque ahí también puede estar la pre-ocupación, porque puede que nos
hayamos maquinado con el qué dirán, tomando en cuenta lo que nos expresó la
otra persona.
También hay otras situaciones, como por ejemplo sentir que a
uno le están “quitando” la libertad al imponerle algo o al perseguirlo. Tal
vez, esta circunstancia puede resultar más complicada, como en el caso de un
trabajo o lugar de estudio. En este caso, se torna un tanto más complicado, porque
uno se debate qué hacer. La respuesta es más difícil cuando se trata de un
trabajo ya que, el lugar de estudio, es más sencillo de cambiar. Pero cuando
uno tiene que pagar un alquiler, mantener una familia, tal vez con hijos
también, no puede dejar el trabajo así porque sí. Sin embargo, tampoco es bueno
dejarse atropellar o humillar, porque tarde o temprano (más temprano que
tarde), esto afecta a la salud misma. Entonces, hay que buscar alternativas.
Una de ellas es hablar. Primero, con la persona con la que estamos en
conflicto, aun cuando esta ni lo sepa. Segundo, seguir con algún inmediato
superior o alguien de más rango inclusive. Y si no, ir buscando otro empleo.
Claro que esto se puede hacer de todas maneras... Pero lo importante es tratar
de conservar el trabajo mientras se busca otro, a menos que la salud nos
indique lo contrario.
Volviendo al tema principal, otra forma de perder energía es
estar pendiente de los demás para criticarlos. Es exactamente el otro lado de
qué dirán, o sea, la perspectiva del que critica. ¿Por qué no ocuparse de la
vida propia? No es que no podamos emitir opinión, sentido común, pero hay gente
que mediante sus comentarios pueden transmitirnos una baja energía que nos haga
dar cuenta que dedica mucho tiempo de su vida en fijarse los demás y hacer
comentarios maliciosos. Entre estos, están los que atacan a personas exitosas o
a quienes logran hacer algo que las personas que critican no pueden. “La
gente esta hecha de modo que necesariamente debe atacar todo lo que no puede
comprender” (Fragmentos de una Enseñanza desconocida, P. D. Ouspenky)
Otra de las situaciones en las que la gente pierde una
cantidad de energía impresionante es cuando quiere realizar múltiples acciones.
Muchas veces, como en el trabajo o si uno está apurado porque calculó mal los
tiempos y tiene que terminar de hacer algo mientras se prepara para salir. Pero
no solo en estas circunstancias: también ocurre cuando uno no tiene ningún
aparente apuro por hacer otra cosa. Es una especie de ansiedad injustificada.
Es intentar hacer cosas tras cosa. ¿Para qué? Para no aburrirse, tal vez. En Ami,
el niño de las estrellas, se explica que aburrirse es “Cuando la mente busca
actividad y no la encuentra”. Por eso, está bueno darse cuenta de esto y bajar
un par de cambios, para decirlo más coloquialmente. Así, podremos gastar menos
energía y disfrutar más del tiempo presente.
Resumiendo: seamos conscientes del uso de nuestra energía.
Ya sé que parece propaganda acerca de algún servicio y no lo es. “Ahorrá
energía”, podría ser la consigna, aunque algo de eso hay. Ya que si uno
simplemente actúa en “automático”, no va darse cuenta de la cantidad de tiempo
que desperdicia en su vida. Entonces, si prestamos un poco más de atención,
aunque sea cuando ya perdimos gran parte de la energía, hagamos un stop, un
alto y no agotemos innecesariamente nuestro cuerpo. Porque hasta el cansancio
físico es, en gran parte, por el agotamiento mental.
Por mi parte, yo voy a hacer lo mío, ya que hoy mismo noté
que hace tiempo ando en automático. Esto, gracias a un formidable esfuerzo de
Atención hacia mí que no tenía desde hace largo rato. Ahora, solo queda por
seguir actuando y no malgastando la energía. Eso sí: no seamos tacaños y, si
tuviéramos que usarla, pongámosle toda la energía a la situación que así lo
requiera.
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