sábado, 24 de mayo de 2014

La pérdida de energía de la gente


Las personas suelen perder demasiada energía en sus vidas. Una de las formas de perderla es pre-ocupándose. ¿Cómo es esto? Claro, porque si uno se imagina cosas que pueden ocurrir o que pueden volver a pasar está generando una vibración negativa en su cuerpo. Y no hablo solo teóricamente, porque afinando la atención se puede percibir una sensación de malestar al preocuparse. Y prácticamente la mayoría de las formas de perder energía es así. Tal vez, otra sería enojarse en un momento determinado con alguien por algo que nos dijo. Aunque ahí también puede estar la pre-ocupación, porque puede que nos hayamos maquinado con el qué dirán, tomando en cuenta lo que nos expresó la otra persona.

También hay otras situaciones, como por ejemplo sentir que a uno le están “quitando” la libertad al imponerle algo o al perseguirlo. Tal vez, esta circunstancia puede resultar más complicada, como en el caso de un trabajo o lugar de estudio. En este caso, se torna un tanto más complicado, porque uno se debate qué hacer. La respuesta es más difícil cuando se trata de un trabajo ya que, el lugar de estudio, es más sencillo de cambiar. Pero cuando uno tiene que pagar un alquiler, mantener una familia, tal vez con hijos también, no puede dejar el trabajo así porque sí. Sin embargo, tampoco es bueno dejarse atropellar o humillar, porque tarde o temprano (más temprano que tarde), esto afecta a la salud misma. Entonces, hay que buscar alternativas. Una de ellas es hablar. Primero, con la persona con la que estamos en conflicto, aun cuando esta ni lo sepa. Segundo, seguir con algún inmediato superior o alguien de más rango inclusive. Y si no, ir buscando otro empleo. Claro que esto se puede hacer de todas maneras... Pero lo importante es tratar de conservar el trabajo mientras se busca otro, a menos que la salud nos indique lo contrario.

Volviendo al tema principal, otra forma de perder energía es estar pendiente de los demás para criticarlos. Es exactamente el otro lado de qué dirán, o sea, la perspectiva del que critica. ¿Por qué no ocuparse de la vida propia? No es que no podamos emitir opinión, sentido común, pero hay gente que mediante sus comentarios pueden transmitirnos una baja energía que nos haga dar cuenta que dedica mucho tiempo de su vida en fijarse los demás y hacer comentarios maliciosos. Entre estos, están los que atacan a personas exitosas o a quienes logran hacer algo que las personas que critican no pueden. “La gente esta hecha de modo que necesariamente debe atacar todo lo que no puede comprender” (Fragmentos de una Enseñanza desconocida, P. D. Ouspenky)

Otra de las situaciones en las que la gente pierde una cantidad de energía impresionante es cuando quiere realizar múltiples acciones. Muchas veces, como en el trabajo o si uno está apurado porque calculó mal los tiempos y tiene que terminar de hacer algo mientras se prepara para salir. Pero no solo en estas circunstancias: también ocurre cuando uno no tiene ningún aparente apuro por hacer otra cosa. Es una especie de ansiedad injustificada. Es intentar hacer cosas tras cosa. ¿Para qué? Para no aburrirse, tal vez. En Ami, el niño de las estrellas, se explica que aburrirse es “Cuando la mente busca actividad y no la encuentra”. Por eso, está bueno darse cuenta de esto y bajar un par de cambios, para decirlo más coloquialmente. Así, podremos gastar menos energía y disfrutar más del tiempo presente.

Resumiendo: seamos conscientes del uso de nuestra energía. Ya sé que parece propaganda acerca de algún servicio y no lo es. “Ahorrá energía”, podría ser la consigna, aunque algo de eso hay. Ya que si uno simplemente actúa en “automático”, no va darse cuenta de la cantidad de tiempo que desperdicia en su vida. Entonces, si prestamos un poco más de atención, aunque sea cuando ya perdimos gran parte de la energía, hagamos un stop, un alto y no agotemos innecesariamente nuestro cuerpo. Porque hasta el cansancio físico es, en gran parte, por el agotamiento mental.


Por mi parte, yo voy a hacer lo mío, ya que hoy mismo noté que hace tiempo ando en automático. Esto, gracias a un formidable esfuerzo de Atención hacia mí que no tenía desde hace largo rato. Ahora, solo queda por seguir actuando y no malgastando la energía. Eso sí: no seamos tacaños y, si tuviéramos que usarla, pongámosle toda la energía a la situación que así lo requiera.

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