Ya está, los
atrapé... sí, porque puse la palabra sexual. Y hasta la persona más casta cae
en esta “trampa”. Trampa porque la energía sexual (real y no morbosa) es
SAGRADA y de altísimo poder. De ahí a que se nos muevan muchas otras energías a
la hora de hablar de sexo o con solo leer o escuchar la palabra.
Aunque por todos
lados esto sea así, especialmente en Argentina (y particularmente en Buenos
Aires), hay una tendencia a asociar casi cualquier tema con las típicas bromas
bobas referidas a algo sexual. Esto, parece ser más común en los trogloditas, o
sea, la mayoría de los hombres...
Todo lo mencionado
posiblemente tenga mucho que ver con prohibiciones y tabúes sobre la
sexualidad. El modo de verlo en algunos lugares de Oriente es completamente
diferente; tal vez, coincidente con una espiritualidad más elevada que también
recibió hace mucho tiempo, aunque en esto último no voy a ahondar ni a explicar
la relación que encuentro.
Y para meterme un
poquito en quilombos (que parece que me gusta), vamos a ver algunas facetas del
catolicismo: prohibiciones y amenazas de diferentes tipos, bastante alejadas
del cristianismo primitivo. Y aún más atrás, en el Antiguo Testamento, tomando
como Pecado Original algo relacionado a la sexualidad o a la desnudez. Más
cerca veo yo al relato de la Torre de Babel, en donde una de las
interpretaciones muestra a los hombres en una muestra de arrogancia queriendo
construir una torre hasta el “cielo” que le dé fama. Voy a dejar hasta acá este
tema, para no generar más lío.
Y 2 años y pico
después, retomo, metiéndome con los musulmanes (pero sin bardear a Mahoma, que
no soy kamikaze): ponen a un sexo por sobre el otro. De entrada, lo más arcaico
que uno pueda ver. Sumado a que todas las leyes favorecen a los hombres. Un hombre
puede cometer adulterio y no es ni un poquito escandaloso (incluso, tener
varias esposas). Ahhhh, pero la comete la mujer y es una de las mayores
tragedias…
Con todo esto quiero
hacer notar la influencia de esta poderosa energía. Anteriormente, hablé de la “real”
energía sexual, diferenciándola de la morbosa. ¿Cómo? ¿En tu pareja hay
momentos íntimos de puro “amor” y sin morbo? Bueno, técnicamente con excitarte
por el tamaño de una teta o del pene, ya es morbo. Claro, porque me refiero a
esa energía que tanto se refieren como la fuerza de la vida. En India, hablan
de los Chakras. Para lo que nos compete, estaríamos hablando del segundo Chakra
(también conocido como sacro). En Reiki (en Japón), es el lugar llamado Hara,
más precisamente el inferior. Allí es donde se acumula el Ki (energía). Y si
nos damos una vueltita por China, por ejemplo en el Tai Chi, nos encontramos
con algo similar (aunque puede que aquí se haya desarrollado primero ese
concepto), ya que nos hablan del Chi, y esa zona es llamada Tantien (también
inferior). Ahhhh, perdón: la zona a la que me refiero es interna, no tiene que
ver con el físico. Pero si la queremos ubicar, está entre dos y cinco dedos por
debajo del ombligo.
Bien, aquel que haya
experimentado con energías mediante lo mencionado o por otras disciplinas,
entiende de lo que hablo. Particularmente, la he sentido con más fuerza
practicando Chi Kung (ejercicios de respiración que, en mi caso, los practico
antes de empezar la secuencia de Tai Chi). Se percibe como calor en esa zona
por debajo del ombligo; probablemente, en las manos también exista. Y un
rendimiento físico un poco más alto. Inclusive, puede aparecer el deseo sexual
más intenso.
Si nos empezamos a observar,
vamos a notar varias cosas de las que hablamos. Así es: una vez más, el consejo
es auto observación. Y Consciencia. Y Amor.