sábado, 13 de junio de 2015

La importancia de la positividad en las frases


Este texto es bastante particular y trata sobre un tema al que no se le da la importancia adecuada: la función que cumple la repetición de una palabra o varias palabras en la psiquis humana. Voy a ser más claro e ir directamente al punto: cuando se hacen campañas acerca del “no a la guerra” o “no a la droga”, en realidad la están pifiando. Esto tiene que ver, por ejemplo, con lo que dice el libro de El Secreto, que cuando uno repite varias veces algo y piensa en eso, se puede “materializar”. Bueno, supongo que dice algo así, yo apenas si leí el primer capítulo, pero conozco del tema por otros medios. La cuestión es que el hecho de ver por muchas partes la palabra guer... (no la escribo completa para no metérselas en la cabeza) en lugar de PAZ, por ejemplo, genera una sensación contraria en la mente. O sea, cuando uno ve un término escrito en algún lado, por más que anteponga el “no”, el cerebro registra la palabra principal (sea guerra, drog... o violencia, o cualquiera que sea negativa).

Se sabe que las empresas de tabaco financian las campañas sobre que fumar es perjudicial para la salud. Hasta ahí, todo bien, es bueno informar a la gente sobre esos temas, aunque en esta época sea hartamente sabido. Pero la reiteración de esta frase consigue que la psiquis registre “fumar”, entonces, ni el término perjudicial sirve para evitar que los fumadores dejen de hacerlo o para evitar que los que no fuman se tienten a hacerlo.
Como de costumbre, debo aclarar que no hay que tomar de manera extremista lo que escribo; eso sería típico de terri... de terrícola, no de terrible, aunque es parecido.

Lo mismo pasa con la palabra droga. Aunque en este caso, viene acompañada de una connotación negativa, ya que las drogas en dosis justas, pueden ayudar a curar el organismo. En lugar de fomentar la consciencia, se hace foco en no drog...

Para descontaminarlos, les dejo tips mejores:

SÍ A LA PAZ.

SÍ A LA CONSCIENCIA.

SÍ A LA SALUD.

Ahí está más lindo...

Recientemente, hubo una interesante movilización: la famosa “Ni una menos”. De hecho, es lo que me motivó a re-activar este texto. Más allá de las discusiones acerca de si estuvo bien o no, noten el efecto negativo de la frase. Si bien era uno de los objetivos de la movilización (no el único) se podría haber pensado en alguna frase positiva. Sí, lo sé, estaba más complicado. ¿Se imaginan el hashtag “Igualdad, respeto y tolerancia con las mujeres”? Un poco largo y más difícil de recordar. Pero la idea sería que, con ingenio, se pueda conseguir una frase positiva.


Punto final para el tema. Este fue el “La importancia de la positividad en las frases” para la consola bla, bla, bla y espero que les haya gustado. Chau.

martes, 19 de mayo de 2015

Robotizado, pero transmutando…


Simplemente re-leyendo textos de aquella hermosa Enseñanza a la que tuve el privilegio de formar parte hace unos años (y que derivó en el contenido volcado en el libro) me di cuenta de algo que venía observando muuuuuuuy espaciadamente: la rutina me tiene atrapado hace rato. ¿O será que yo me dejé atrapar por ella? Mepa que más de lo último.

Hace tiempo había escrito “La robotización de las personas”. Esta vez, la veo muy marcada en mí. Lejos quedó la Enseñanza guiada por un Instructor: fue la hora de abandonar el nido, salir a rodar. Y no fue fácil. Lo más destacado que me dejaron estos Cursos (entre otras cosas) fue comprender la importancia de la estabilidad laboral. O sea, si uno tiene la posibilidad de cambiar de trabajo para bien, bienvenido sea, pero lo importante es trabajar. No como aquellos vie... personas mayores (largamente) que hablan del “sacrificio”, la infinidad de horas trabajando y bla, bla, bla. Más bien, que hacer algo no solo sirve para ganar dinero, sino para servir. Sí, escuchó bien… LEYÓ bien, mejor dicho: servir, brindarle nuestra ayuda o nuestra atención al prójimo. En lo que sea. Y en la medida que vayamos avanzando en nuestra visión, también buscarnos algo mejor para estar bien nosotros mismos con nuestro trabajo. Y ahí me salió el Coaching que estuve estudiando también…
Y hablando del Coaching recordé los Valores y Virtudes. Sobre todo, estas últimas. Y recordé los vicios, también. No tienen que ver con lo habituales, sino… mmm… mejor explicarlo con un ejemplo:

Si la virtud es la Responsabilidad, el vicio por oposición es culpar a los demás. Y el vicio por bastardización (vaya palabra) es culparse hacia uno mismo. No me animaría a hablar de opuestos, pero seguro que cada vicio es una deformación de la virtud. Y entre las otras principales virtudes que vi, me preguntaba si yo las tenía o simplemente caía en los vicios. Por supuesto que también me preguntaba como estaba mi ego, tema que tocaron tanto aquella Enseñanza y como el Coaching, aunque la primera, con más ímpetu. Llegué a la conclusión de que caigo rápidamente en la ofensa; más bien, que me afecte algo que digan. No llego a caer en la agresión verbal, eso queda en un fugaz pensamiento, aunque con mis compañeros de trabajo me permito chicanear fuerte. Y otras cosas más, que alguien que intenta hacer un buen trabajo interno, no debe permitirse es su Crecimiento Personal.

Así que me lancé a escribir, aunque más no sea un pequeño escrito, que espero que les puede servir aplicándolo en ustedes mismos, o sea, teniendo empatía con lo escrito.


Sentía la necesidad de expresarme. Esto me hace mucho bien.