(Vacío interior, la primera parte: http://jolutu.blogspot.com.ar/2013/05/vacio-interior.html)
Hace 2 días estaba saliendo de casa para el trabajo y de
repente sentí un vacío dentro mío (una vez más)... Pero esta vez, fue distinto:
sentía que hacía la misma rutina de siempre, que era como un robot, pero lo
peor de todo es que me daba cuenta de eso y no le daba importancia. Bah, me
daba cuenta brevemente, después seguía en la maquinización. Y me fui un tanto
reflexivo a tomar el colectivo rápido (el 53, para los que lo conocen). Sabía
que luego se me pasaría.
... Peeeeero... por un lado no quería que se me pase ese
estado, que es medio deprimente, debo reconocerlo, aunque uno está como vacío
(y dale con esa palabra) de cualquier tontería de esas que nos enseñan, o sea,
de las “formalidades” y de “cómo deben hacerse las cosas” en la vida. Por otro
lado, sabía que luego de que se me pase, seguramente estaría con más energía.
Un poco por experiencia en estas situaciones, otro poco porque me acordaba del
5º Principio Hermético, “El Principio de Ritmo”:
"Todo fluye y refluye; todo tiene sus
períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como
un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha, es la misma que la de
su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación".
O sea, algo así como que todo está equilibrado. Por eso,
podemos pasar de una profunda tristeza a una eufórica alegría. Claro, si es que
nos damos cuenta. Ya que, si no, pasará desapercibido, como tantas otras
veces...
Pero volviendo al tema del vacío, luego de dormitar un poco
en el viaje, al tener que bajar ya no estaba el vacío. Sí, tal y como lo
suponía había empezado a llenarse. Pero ¿con qué? Con un montón de
pensamientos, lógicamente comandados por el ego, o sea, pensamientos
desordenados y desconectados unos de otros: qué iba a hacer en el día, lo que
había pasado, etc. Por supuesto: futuro y pasado, los que no existen en ESTE
MOMENTO. Aunque ahora estoy aprendiendo una importante lección en Coaching: la
importancia de tener una VISIÓN a futuro; no por pre-ocuparse, sino por tener
un plan, un proyecto, algo para no quedarse estático donde uno está. Está bueno
no ser simplemente alguien que reacciona, que es movido como una hoja por el
viento, pero al tener una visión, una idea a futuro, podemos no quedar
estancados (claaaaro,
porque lo que se estanca se pudre, como el agua), estar en movimiento. Y
hablando anteriormente de Hermes Trismegisto, se me viene a la mente el 3º
Principio Hermético, el de Vibración:
"Nada está inmóvil; todo se mueve; todo
vibra".
Bueno,
en definitiva, qué bien nos terminan haciendo esos momentos de reflexión.
También, las catarsis. Suena más fuertecito que crisis, pero las 2 cumplen la
misma función: ayudarnos a abrirnos a la posibilidad de un cambio. Entonces,
esta sensación de vacío termina siendo positiva, para replantearse qué le falta
hacer a uno para tener una vida mejor. También estoy aprendiendo que las
preguntas claves ligadas al “¿qué?”, son “¿para qué” y “¿por qué?, todas
interdependientes.
De
todas maneras, no voy a profundizar sobre esto porque, al igual que el tema de
la visión, lo estoy aprendiendo y me falta aprehenderlo
más. Lo que si reflexioné (y lo escribí en un borrador en el celu para no
olvidarlo y poder escribirlo luego) es que:
“El
ser siempre está, pero es tapado por el ego”. Aquella mañana, por ejemplo, solo
me pasó que el ego no tenía ninguna buena idea y se ausentó un rato para darle
paso al ser, a la ESENCIA. Así
que tengamos en cuenta qué bueno puede ser (y qué bien nos puede hacer)
“salirnos de nosotros mismos” y ver algunas situaciones como desde afuera de
nosotros mismos. A esto también se le llama ser el observador, solo que le
añadiría el “darnos cuenta” de que estamos haciendo eso, no hacerlo de manera
automática.